La organización del mundial de alemania se ha volcado para tener controlado todo lo que pueda afectar la seguridad y para ello ha empleado tecnología de primera.
La utilización de chips con identificación de radio frecuencia (IDRF) en las entradas para los partidos, más de un centenar de grupos de seguridad equipados con ordenadores y cámaras que ofrecen datos continuamente y la posibilidad de verificar huellas dactilares desde dispositivos portátiles, son algunas de las iniciativas pioneras en este sentido.
Los organizadores han utilizado la tecnología IDRF en cada una de las 3,6 millones de entradas para los 64 partidos que se tienen que jugar. Se trata de la inclusión de un chip en el que figuran multitud de datos del comprador, algo que hasta la fecha no se había producido en eventos de este calibre.
En los alrededores de los estadios, los miembros de seguridad dispondrán de una visión personalizada a través de la señal recogida por sistemas informáticos. En el interior de los 12 estadios, se dispone de cámaras especiales para registrar datos biométricos faciales y se podrán confrontar en tiempo real con las fotos existentes en las diferentes bases de datos.
Estos son algunas de las cosas que se utilizaron entre otras. En modo de síntesis se puede decir que alemania, ha configurado todo para un estricto control y para que no se les escape nada.
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